domingo, 5 de abril de 2009

Feliz aniversario




El autor:
Yo, Yanet Elena Carbonell Meza, Venezolana CI. 6.364.134, participante en el VIII Certamen Carmen Martin Gaite, autorizo a la mencionada asociación Cultural para publicar en su blog, el relato breve de mi autoría, “Feliz Aniversario”, el cual quedó entre los cuentos finalistas.Muchas gracias por la oportunidad de participar.Sin otro particular a que hacer referencia se despideYanet Carbonell.
Su obra:
Título: Feliz Aniversario (Relato breve)
Autor/a: Yanet Elena Carbonell Meza

Quien iba a decir que esta pareja estaría celebrando su decimoquinto aniversario, ni ellos mismo lo hubieran sospechado, habían seleccionado con tiempo un café en el centro de la ciudad, muy poco conocido pero fácil de recomendar.Caminaron por el boulevard que lleva directo al Panteón Nacional, que más que un espacio de paseo funge como un corredor vial peatonal, la gente transita velozmente a los lados de antiguas casa pintadas con el deterioro de los años, una plaza adornada con indigentes, tomados por el alcohol y perfumada con sus residuos; antiguas “fuentes de soda” con sus banquetas redondas y giratorias. Es una zona con tonalidades grises, todo puede pasar desapercibido, excepto, la gran puerta que lleva al Café Veroes. Ésta se extiende hacia el cielo, al traspasarla el verde jardín principal da la bienvenida con una cálida iluminación natural y el brillo de los pisos, a los lados, los muebles antiquísimos haciendo gala del mantenimiento que reciben, acompañan el recorrido hacia la biblioteca, allí se observan personas leyendo el periódico del día, abanicados por la abundante vegetación del patio trasero hacia el final del mismo, allí está el café.Mientras hicieron el recorrido, ella hablaba sin parar y casi sin respirar; del tráfico, la gente, el calor y halagaba el lugar por ofrecerle un oasis en medio del caos. Él la miraba sonreído reconociendo la misma mujer de siempre.Tomaron asiento en una mesa que les permitía disfrutar del jardín y desdibujar por unos instantes el “centro de la ciudad”. Él espero pacientemente que ella hiciera una pausa y le dijera lo mismo que tantas veces: - habla tú, que ya he hablado mucho, yo si hablo ¿verdad?Él mantuvo el silencio un instante y le dijo:- ¡Tantos años! ¡Ha sido muy bueno tenerte a mi lado! ¿Recuerdas cómo fue al inicio?, tuve tanto temor a que me rechazaras, te veía tan profesional, tan seria, tan controlada, que jamás pensé que me corresponderías. Cuando me atreví a preguntarte: ¿alguna vez te enamoraste de la persona equivocada? Casi me desmayo cuando me dijiste, si… de ti.- Si, que gracioso, ¿no? De verdad, no supe que me pasó, para mi fue sentirme enamorada por primera vez, el insomnio en mi corazón, los movimientos de mi estómago suplicando tu presencia que arreciaban al escuchar tu voz, o al verte. Soñaba con repetir aquel primer beso dentro de mi carro, en aquel estacionamiento. Mi corazón se ahogaba si no estabas, me volví una mujer desesperada y celosa, nada más me importaba, sólo, saber qué hacías, quien te llamaba, y seguir todos tus pasos. Nunca te lo he dicho, pero era igual de grande la intensidad del amor que del sufrimiento cuando no sabía de ti. ¡Gracias a Dios ya no es así!Él, bajó la cabeza, apretó los labios y la tomó suavemente de la mano, levantando ligeramente la vista para decirle:- Ya me he dado cuenta que no sientes lo mismo, he estado temiendo que tal vez te gusté otra persona.- ¿A mi? No, jamás, tú sabes que mi corazón sólo te pertenece a ti y a mi esposo, y por cierto, ¿tu esposa cómo está?.

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